Ejemplos de falsificaciones episcopales sobre todo por motivos de polнtica de poder y posesiones

Y casi incalculables son tambiйn las falsificaciones en las sedes episcopales por motivos de polнtica eclesiбstica; es decir, en la lucha por el poder de unos obispados contra otros. Mediante la fabricaciуn de diplomas falsos o la interpolaciуn de los documentos originales se pretendнa imponerse a las pretensiones rivales por lo que hacнa a la categorнa o extensiуn de las distintas diуcesis.

Como en todos los rincones de la Iglesia cristiana, tambiйn y sobre todo en Roma se falsificaron las listas de obispos para asegurar la «Tradiciуn apostуlica». Para la «investigaciуn» catуlica asн surgiу la «posterior proliferaciуn salvaje»: Neuss/Oediger. ) Muy pronto se consiguieron asн, de manera fraudulenta, las listas episcopales de Colonia, Tongem y Trй veris. El obispado de Metz remontaba falsamente su fundaciуn apostуlica hasta Clemente; el obispado de Maguncia enlazaba fraudulentamente con Crescente, un discнpulo del apуstol Pablo; el de Salona, por la misma vнa, con Domnio, discнpulo de Pedro; y Milбn, con Bernabй, etc. etc. ¹⁸

Y hubo falsificaciones en la rivalidad entre los obispados hispanos de Toledo y Oviedo, o entre Barcelona y Mйrida; y las hubo entre las sedes episcopales galas de Limoges y Pйrigueux. ¹⁹

El aсo 731 se inventу en Inglaterra una supuesta y famosa carta de respuesta del papa Gregorio I al obispo Agustнn de Canterbury, y a travйs de Notheim que posteriormente fue arzobispo de Canterbury. Segъn la misma el papa Gregorio conferнa al obispo Agustнn el derecho de ordenar en exclusiva a los obispos. Lo constituнa tambiйn por encima de los obispos que en el futuro serнan consagrados en Bretaсa, a la vez que le sometнa los obispos galos, y en concreto el de Arles. ²⁰

La controversia de siglos entre las dos sedes rivales de Arles y Vien-ne disputбndose el primado en Galia condujo a extensas falsificaciones de documentos y numerosas cartas espъreas de los papas a finales del siglo xi. Quien falsificу tales cartas, atribuyendo unas a Pнo I (їmuerto el 155? ) y otros pontнfices hasta Pascual II (muerto el 1118), fue evidentemente el arzobispo Guido de Vienne, miembro de la alta nobleza y posteriormente papa con el nombre de Calixto II (1119-1124). Ello dio origen mбs tarde a una de las mбs ruidosas «bella diplomбtica» (guerras diplomбticas) de la historia de la investigaciуn. (El mismo papa falsificador, dicho sea de paso, fue tambiйn el que por medio de un sнnodo, celebrado en Toulouse el 8 de julio de 1119, hizo incorporar el poder civil por vez primera para la persecuciуn de los «herejes», y concretamente de los petrobrusianos. )²¹

Aproximadamente por las mismas fechas se continuaba falsificando tambiйn en el arzobispado de Canterbury, donde ya a comienzos del siglo vin habнa hecho su apariciуn el arzobispo Notheim con una carta papal falsificada. En una disputa, que se prolongaba ya muchas dйcadas, el arzobispado intentaba ahora imponer sus pretensiones de primado contra el arzobispado de York mediante una serie de documentos pontificios amaсados, cartas falsas, privilegios y una resoluciуn falseada del sнnodo celebrado en Roma el 679. Los documentos atribuidos a la llamada Santa Sede fueron rechazados por йsta en 1123; pero ya el 1127 el arzobispo Guillermo de Corbeil fue elevado a la categorнa de vicario y legado papal para Inglaterra y Escocia. Y desde el siglo xui los arzobispos de Canterbury fueron los legati nati de Roma. Habнa alcanzado la primacнa sobre York. ²²

En Alemania el obispado de Wьrzburg, en su enfrentamiento con el arzobispado de Maguncia, extendiу desde los tiempos del emperador Otуn III (983-1002) su jurisdicciуn espiritual sobre los monasterios de Amorbach, Neustadt, Homburg, Schiьchtem y Murrhardt. Asн, Bem-ward, obispo de Wьrzburg (que mбs tarde muriу como casamentero de Otуn en la isla de Eubea), adquiriу el aсo 993 varias abadнas, que supuestamente se le habнan arrebatado, «gracias principalmente a unos documentos falsificados» (Hotz), y desde luego bajo los nombres de Pi-pino y de Carlos «el Grande», y a fin de que en ellos «pudiera practicarse la vita monбstica [la forma de vida monacal]... » (O. Meyer). ²³

Es falso un documento, supuestamente extendido por el ъltimo caro-lingio Luis IV el Niсo, el 27 de junio del 907 en St. Florian; documento que asigna al obispo Burkhard de Passau toda la diуcesis de Уtting, presentando el falsificador no tan sуlo la diуcesis sino todo el lugar de (Alt-)Цtting cual propiedad personal del obispo. ²⁴

En el norte de Alemania el obispado de Merseburg era inusualmente pequeсo, aun comparado con los territorios insignificantes de las diуcesis de Meissen y Naumburg. Asн que los prelados del lugar pusieron remedio al hecho. El obispo Thietmar de Walbeck (1009-1018), el historiador, se atribuyу mediante la falsificaciуn de un documento real el bosque regio «entre el Saale y el Mulde»; para ello fechу el documento (del aсo 1017) el 30 de julio del 977. «Su amor a la verdad es indudable» (Lexikonfьr Theologie und Kirche). Y el obispo merseburguйs Ek-kehard de Rabil (1216-1240) intentу someter a vasallaje las ciudades de Leipzig y Naunhof mediante dos falsificaciones, elaboradas los aсos 1021 y 1022 bajo el nombre del rey Enrique II. Tambiйn bajo el obispo Ekkehard se falsificу un documento de vasallaje, emitido a nombre del margrave Dietrich, muerto en 1221, la tutela de cuyo heredero de cinco aсos se procurу por todos los medios su tнo el landgrave Luis de Turin-gia. Con esta nueva falsificaciуn, redactada muy probablemente en 1221 (y fechada en 1210) suscitу comprensiblemente algunas dudas en el landgrave. Por lo cual aquйl le excomulgу junto con sus consejeros y lanzу un entredicho contra todo el territorio, exigiendo ademбs la considerable suma de 800 marcos de plata. ²⁵

Falsificada fue el acta de fundaciуn del obispado de Bremen (en el aсo 788) con vistas sobre todo a la obtenciуn de diezmos. Dicha falsificaciуn, que el emperador Maximiliano refrendу en 1512, afirma asimismo que Carlos «el Grande» habнa otorgado a la Iglesia de Bremen 70 yugadas (fincas rurales). El falsificado documento fundacional del obispado de Bremen -y «Bremen lo habнa falsificado desde hacнa siglos para conseguir o retener algъn derecho» (Drуgereit)- sirviу a su vez como modelo a la similar acta de fundaciуn asimismo falsificada del obispado de Verden -que presenta tanto la constituciуn como la extensiуn exacta del obispado- cual prueba testimonial en las discusiones de lнmites con los obispados de Lнineburg y de Bremen. ²⁶

Pero tambiйn el falsificado documento fundacional del obispado de Bremen tuvo evidentemente un modelo: el acta fundacional, asimismo falsificada en el siglo x, del obispado de Halberstadt, cuyos contenido y lenguaje coinciden en gran parte con la falsificaciуn de Bremen. El obispo Bernhard de Halberstadt (923-968) luchу a su vez con йxito contra la fundaciуn de un arzobispado en Magdeburg, cuyo arzobispo Gi-selher (981-1004) reaccionу por su parte contra la constituciуn del arzobispado de Gnesen con un documento falsificado a nombre del papa Juan XIII, y segъn el cual el aсo 968 al arzobispo Adalberto de Magdeburg supuestamente se le habrнa conferido el primado sobre todos los obispos y arzobispos de Germanнa. ²⁷

Tambiйn la lucha de siglos, llevada a cabo con todos los medios, entre los arzobispados de Colonia y Hamburgo produjo muchas falsificaciones.

Asн, por ejemplo, se falsificaron dos documentos a nombre de los papas Gregorio IV y Nicolбs I en favor de Hamburgo, y mбs concretamente las partes relativas al palio de esos denominados documentos fundacionales de Hamburgo. La estafa perseguнa demostrar que no tan sуlo el primer obispo y arzobispo de la ciudad, Ansgar, habнa obtenido los aсos 831 y 832 el derecho a llevar el palio, sino que lo habнan adquirido tambiйn sus sucesores para siempre. Se falsificу ademбs un documento de Agapito II en favor de Hamburgo. Tambiйn aquн se trataba de un pasaje interpolado sobre el otorgamiento del palio y su extensiуn a sus sucesores. Doblemente se falsificу un documento del papa Juan XV en favor de Hamburgo, siendo el fin y motivo de tal falseamiento la obtenciуn del palio. Se forjу ademбs fraudulentamente un documento fundacional de Luis el Piadoso tambiйn a favor de la ciudad hanseбtica asн como un documento papal de Gregorio IV. ²⁸

En su mayor parte esos documentos fueron probablemente falsificados por uno de los obispos medievales mбs famosos del norte: el arzobispo

Adalberto de Hamburgo-Bremen (1043-1072). El emperador Enrique III, uno de los soberanos alemanes mбs poderosos de la Edad Media, hasta le ofreciу la dignidad papal (si es que asн puede llamarse) tras la destituciуn de tres papas en el sнnodo de Sutri. Pero Adalberto no quiso ser papa. Pero «el gran hombre de Dios» -a quien en su ordenaciуn en Aquisgrбn le habнan impuesto las manos doce obispos- con ayuda de los documentalistas imperiales que le eran afectos deformу casi sistemбticamente los documentos de emperadores y papas anteriores adaptбndolos a sus pretensiones personales. Nada tiene de extraсo -segъn confesaba йl abiertamente- que estuviera «en condiciones de no perdonar a nadie, ni aun a mн mismo, ni a mis hermanos, ni el dinero, ni a la misma Iglesia, con tal de liberar finalmente mi obispado del yugo y hacerlo igual a los otros». ²⁹

Todo esto no son mбs que breves indicaciones, que podrнan centuplicarse, de falsificaciones por obra sobre todo de las curias episcopales, sin incluir la cantidad asimismo increнble de falsificaciones debidas a los monasterios.

Por ejemplo, los privilegios de los papas a los monasterios en el reino merovingio son «en su casi totalidad falsificaciones posteriores» (Levison). Y se comprende que tambiйn los religiosos falsificasen por los motivos mбs diversos, siendo uno de los principales el de escapar a la influencia de los obispos. En Ratisbona, por citar un caso, los monjes del monasterio de St. Emmeram (al principio pertenecientes en su mayorнa a la alta nobleza) se pelearon a lo largo de la alta Edad Media con los obispos del lugar y desde el siglo xi al xm produjeron documentos falsos hasta acabar consiguiendo incluso la exenciуn imperial para depender directamente de la Santa Sede.

Tal vez fue incluso mбs frecuente el que un monasterio falsease los documentos en contra de otro. Asн, en Turingia a mediados del siglo xii, y bajo Ernesto, abad del monasterio de Reinhardsbrunn, se fabricaron documentos falsos para asegurarse los lнmites jurisdiccionales contra un cercano monasterio cistercense.

Se llegу al fraude no tan sуlo en favor de la propia casa, sino que se aceptaron encargos en favor de muchos otros. Asн, en el monasterio de Reichenau, donde a comienzos del siglo xn un monje, con autorizaciуn del noble abad Udalrico de Dapfen, falsificу sistemбticamente documentos antiguos pro domo, en favor de dicho monasterio, por supuesto; pero lo hizo asimismo en favor de los monasterios de Kempten, Lindau, Stein am Rhein, Einsiedein, Ottobeuren o el monasterio de monjes de Buchau, sobre todo de cara a limitar las obligaciones palatinas y militares y para asegurarse la libre elecciуn del abad. ³⁰

Ese mismo siglo actuaba un falsificador tristemente cйlebre, Pedro el Diбcono, como bibliotecario y archivero en el famoso monasterio de Monte Cassino, cuyas propiedades asegurу y aumentу mediante fraudes continuos. No sуlo impuso con falsedades todo el fondo documental ca-sinense, sino que produjo «originales» enteros, falsificу otras obras y hasta se inventу autores falsos de diversos escritos hagiogrбficos e histуricos. En Monte Cassino se fabricaron asimismo diplomas falsos de gobernantes y documentos papales falseados.

Algo muy similar ocurriу en Fulda. Aproximadamente por la misma йpoca creу allн el monje Eberhard el cartulario en dos tomos de su monasterio, que contiene todo el material documental hasta mediado el siglo xn, con documentos papales, inmunidades, tнtulos de propiedad y anotaciones de ingresos, muchas veces interpolados y en parte totalmente espъreos. El aplicado copista benedictino falsificу con tal apasionamiento ese Codex Eberhardi, que Engelbert Mьhibacher pudo decir que en йl «la falsificaciуn de documentos se convirtiу en una manнa». Sin duda que, por cuanto a falsedades se refiere, en el venerable monasterio de Fulda existнa una tradiciуn antigua. Allн trescientos aсos antes los monjes Rodolfo y Meginhard falsificaron -con distinto йxito- privilegios de diezmo bajo los nombres de Pipino III, Carlomagno y el papa Zacarнas, a fin de arrebatar al arzobispo de Maguncia el diezmo sobre sus propiedades. ³¹

Asн pues, todos los mencionados obispos, abades, sacerdotes y laicos catуlicos, y mil mбs, falsificaron. їY por quй no hacerlo, si toda esa religiуn -para repetirlo una vez mбs- se fundamentу desde los comienzos en todo lo esencial sobre la mбs solemne mentira? їPor quй no, si especialmente el papado a comienzos de la Edad Media habнa dado ejemplo, literalmente insuperable, a todos los sucesores con la mayor falsificaciуn de todos los tiempos?