La fe en un Mesías particular, no garantiza a nadie su salvación; Lo que la garantiza, es la circuncisión de la carne, así como del corazón

La fe en un Mesí as particular, no garantiza a nadie su salvació n; Lo que la garantiza, es la circuncisió n de la carne, así como del corazó n

Si la salvació n de un gentil [es decir, de una persona que no sigue la fe Hebrea] dependiese de hacer algo previamente ordenado en la Ley Divina, ello no serí a el creer en la venida de un futuro mesí as; no serí a creer en las leyes de Noah; en el retorno de las tribus perdidas; ni en la reconstrucció n del templo en Jerusalé n. Serí a en cambio someterse al proceso de circuncisió n; un acto tangible, que da testimonio de la intangible contrició n de nuestra alma, así como de nuestro compromiso con la obediencia y auto-negació n que demandan la fe en el Dios de Avraham.
De hecho, el derramamiento de sangre producto de la circuncisió n, cumple la simbologí a de los sacrificios que se efectuaban en el templo de Jerusalé n [un templo que a su vez tipificaba el mas sagrado templo que es nuestro cuerpo]. Es decir, así como la sangre derramada en el [alegó rico] Templo de Jerusalé n, expiaba los pecados de una persona (“... Y la misma sangre hará expiació n de la persona”- Leví tico 17: 11), de ese mismo modo la sangre derramada [como resultado de la circuncisió n] en el verdadero templo que es nuestro cuerpo, expí a los pecados de nuestra persona.
¿ Y de donde sabemos que la circuncisió n fí sica es “el peaje” que debe pagar todo creyente Hebreo, a fin de poder “entrar por las puertas de la Jerusalé n celestial” [obteniendo así la vida eterna]? Pues lo sabemos del pasaje que dice: “ví stete tu ropa hermosa, OH JERUSALÉ N, porque NUNCA MAS VENDRA A TI INCIRCUNCISO... ”- Isaí as 52: 1. Y tambien dice en otro lugar: «Así ha dicho י ה ו ה el Señ or: “Ningú n hijo de extranjero, INCIRCUNCISO DE CORAZÓ N E INCIRCUNCISO DE CARNE, ENTRARÁ EN MI SANTUARIO... ”»- Ezequiel 44: 9

Hate isn't always bad, particularly when hatred is directed against evil (and that's why American Law still includes the death penalty! ). In fact, the Creator gets angry with the man who proceeds to assists evildoers, without first confronting them with their wickedness. As it is written: “Do you help the wicked, and love those who hate the Lord? Because of this, the Lord’s wrath is on you”- 1 Chronicles 19: 2

Antisemitismo humano, versus antisemitismo Divino

Hay dos clases de antisemitismo:
1) aquel que produce la maldad de los hombres;
2) y aquel que produce la bondad Divina. El primero de ellos, debemos todos rechazarlo; pero, el segundo, debemos todos aceptarlo. Es que, al igual que sucedió con Faraó n, el primero de estos antisemitismos es el producto de la envidia que a menudo sienten los hombres contra aquellos que prosperan y se multiplican a causa de la bendició n Divina que sobre ellos reposa; como esta escrito: “HE AQUÍ, EL PUEBLO DE LOS HIJOS DE ISRAEL ES MAYOR Y MÁ S FUERTE QUE NOSOTROS. AHORA, PUES, SEAMOS SABIOS PARA CON É L, PARA QUE NO SE MULTIPLIQUE, y acontezca que viniendo guerra, é l tambié n se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra... PERO CUANTO MÁ S LOS OPRIMÍ AN, TANTO MÁ S SE MULTIPLICABAN Y CRECÍ AN, de manera que los egipcios temí an a los hijos de Israel”- É xodo 1: 9-10, & 12.

Pero, el segundo tipo de antisemitismo, no surge de la envidia de los hombres, sino del amor de Dios. Es que Dios ama a Israel. Y la Escritura Hebrea dice que, el Padre que ama a su hijo, no le deja sin castigo. Como esta escrito: “Porque el Señ or al que ama castiga, como el Padre al hijo a quien quiere”- Prov. 3: 12. Y, como el Señ or es un Padre amoroso para con Israel, pues tiene que castigar sus extraví os. Como esta escrito: “Reconoce asimismo en tu corazó n, que COMO CASTIGA EL HOMBRE A SU HIJO, ASÍ EL SEÑ OR TU DIOS TE CASTIGA”- Deut. 8: 5.
Es decir, cuando Israel se obstina en promover la usura, el ateí smo, o la homosexualidad, se rebela de ese modo contra su Padre celestial, quien le ha ordenado diciendo: “Porque yo soy el Señ or, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: SERÉ IS, PUES, SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO”- Lev. 11: 45.
Y, ante tal rebelió n, Dios se ve obligado a castigar a su Pueblo, con la esperanza de que este ú ltimo retorne al camino recto. ¿ Y en que consiste este castigo? Pues en dar rienda suelta al cruel y perverso antisemitismo humano; es decir, en echar a Israel de su tierra, y permitir que caiga en poder de sus enemigos, de suerte y que estos ú ltimos hagan burla y escarnio de ellos. Como esta escrito:

1) “PERO SI NO ME OYEREIS, NI HICIEREIS TODOS ESTOS MIS MANDAMIENTOS, Y SI DESDEÑ AREIS MIS DECRETOS, Y VUESTRA ALMA MENOSPRECIARE MIS ESTATUTOS... PONDRÉ MI ROSTRO CONTRA VOSOTROS, Y SERÉ IS HERIDOS DELANTE DE VUESTROS ENEMIGOS; Y LOS QUE OS ABORRECEN SE ENSEÑ OREARÁ N DE VOSOTROS, Y HUIRÉ IS SIN QUE HAYA QUIEN OS PERSIGA... ”- Deut. 26: 14-17
2) “MAS SI OBSTINADAMENTE OS APARTAREIS DE MÍ VOSOTROS Y VUESTROS HIJOS, Y NO GUARDAREIS MIS MANDAMIENTOS Y MIS ESTATUTOS QUE YO HE PUESTO DELANTE DE VOSOTROS... YO CORTARÉ A ISRAEL DE SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA QUE LES HE ENTREGADO... E ISRAEL SERÁ POR PROVERBIO Y REFRÁ N [DE BURLA] A TODOS LOS PUEBLOS... ”- 1 Reyes 9: 6-7.

En fin que, cuando Israel hace lo bueno, Dios le otorga la victoria sobre sus enemigos. Pero, cuando Israel se rebela contra el Creador, el antisemitismo Divino hace que Israel sufra a manos de sus enemigos. Y, en el trato de Dios para con la nació n Hebrea, este Divino antisemitismo juega un papel ineludible; ¿ Por que? Pues porque [segú n la tradició n Hebrea] será el instrumento de su final redenció n. Como esta escrito:
Un sabio Hebreo dijo una vez: “Si Israel se arrepiente, será redimido; pero si no, no será redimido”. Le dijo otro sabio: “¿ Si no se arrepienten, no será n redimidos? Pero el Santo de Israel, bendito sea, levantará un Rey cuyos decretos será n tan crueles como los de Haman, e Israel se arrepentirá; y así les traerá É l de vuelta al camino recto”