Dios nunca esperó que los creyentes guardasen perfectamente la Ley Mosaica
Dios nunca esperó que los creyentes guardasen perfectamente la Ley Mosaica
El Creador nunca esperó que obedecié semos perfectamente los 613 mandamientos de la Ley Divina. Es que la Escritura muestra que el Creador es moralmente perfecto, como esta escrito- “El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en é l; Es justo y recto” (Deut. 32: 4); Y, “… El Juez de toda la Tierra, ¿ no ha de hacer lo que es justo? ” (Gé nesis 18: 25).
De este modo, es imposible que [tal y como promulga hipoté ticamente el Cristianismo] Dios castigue al hombre que desobedece uno de esos 613 mandamientos, sin tener que recompensarle por los otros 612 mandamientos que en efecto obedece. Es decir, si bien es cierto que Dios no dejará de castigar el mal que hallamos hecho [y del cual nunca no nos hemos arrepentido], no es menos cierto que tampoco dejará de recompensar el bien que hemos realizado.
¿ Y la prueba de ello? Pues el rey Josafat, cuyo castigo por el mal que habí a hecho, fue mitigado por el bien que habí a realizado. Como esta escrito: «Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: “¿ Al impí o das ayuda, y amas a los que aborrecen a El señ or? PUES HA SALIDO DE LA PRESENCIA DE EL SEÑ OR IRA CONTRA TI POR ESTO. PERO SE HAN HALLADO EN TI BUENAS COSAS, POR CUANTO HAS QUITADO DE LA TIERRA LAS IMÁ GENES DE ASERA, Y HAS DISPUESTO TU CORAZÓ N PARA BUSCAR A DIOS”- 2 Cró nicas 19: 2-3, Biblia Reina Valera 1960.
Es que, si hubiese sido literalmente cierto que no hay salvació n alguna para el hombre que viole siquiera uno de los 613 mandamientos de la Ley Divina, entonces ni Jesú s mismo pudo haberse salvado. ¿ Por que? Pues porque, el primero de esos 613 mandamientos, era [casarse, y] procrear hijos. Como esta escrito: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varó n y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: FRUCTIFICAD Y MULTIPLICAOS... ”- Gé nesis 1: 27-28.
Y esta casi demá s decir que el evangelio no registra en ninguna parte que Jesú s halla literalmente cumplido con el mandamiento de casarse y engendrar hijos bioló gicos. De este modo, si los Escritos Cristianos aparentan decir que Jesú s cumplió perfectamente la Ley de Moisé s, tenemos que [por fuerza] entender que se habla en sentido figurado, y no en un sentido estrictamente literal.
La obediencia perfecta de los mandamientos
La Ley dice así: «EL QUE HACE ESTAS COSAS, no resbalará jamá s» (Salmo 15: 5). Si, el anterior pasaje, fuese a ser interpretado como enseñ ando que, para que un hombre sea justificado ante Dios, tiene que obedecer TODO LO ORDENADO EN LA LEY (es decir, guardar perfectamente la Ley), tambié n tendrí amos que interpretar que, para que un hombre pueda ser corrompido (y pueda por tanto " ser echado de la presencia Divina" ), tendrí a que desobedecer TODO LO ORDENADO EN LA LEY (es decir, tiene que desobedecer perfectamente la Ley); pues la Escritura dice: «... EN TODAS ESTAS COSAS, SE HAN CORROMPIDO LAS NACIONES QUE YO ECHO DE DELANTE DE VOSOTROS» (Leví tico 18: 24).
¿ Es cierto que no hay redenció n sin derramamiento de sangre?
¿ Que significa el verso que dice: “Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiació n sobre el altar por vuestras almas; Y LA MISMA SANGRE HARÁ EXPIACIÓ N DE LA PERSONA”- Lev. 17: 11. ¿ Acaso significa el pasaje que, el apó stol Pablo (paz sea con é l), estaba en lo correcto, cuando afirma que, la redenció n del mundo, requerí a de un sacrificio fí sico; pues, “sin derramamiento de sangre, no se hace remisió n” (Hebreos 9: 22)?. Pues la realidad es, aunque muy sincero, Pablo erraba gravemente.
¿ Por que? Pues porque, en su interpretació n de la Ley, pasaba por alto el verso que dice: “LOS SACRIFICIOS DE DIOS, SON EL ESPÍ RITU QUEBRANTADO; Al corazó n contrito y humillado, no despreciará s tú, oh Dios”- Salmo 51: 17.
En otras palabras, el sacrificio que Dios acepta incondicionalmente, no es el sacrificio fí sico de algú n animal, o el de alguna victima humana; es el sacrificio de un corazó n contrito y humillado por la vergü enza de sus pecados. Y, el hecho de que es el corazó n [y no el sacrificio] el que procuran el perdó n Divino, esta atestiguado en el verso que dice: “Cercano está י ה ו ה a los quebrantados de corazó n; Y SALVA A LOS CONTRITOS DE ESPÍ RITU”- Salmo 34: 18.
Pero si esto es así, ¿ que significa el verso que dice que la sangre habrí a de expiar por el pecado? Pues, para entender su significado, hay que tener presente dos detalles importantes:
1) El primero de estos detalles, es que la Ley ordenaba que la sangre de los sacrificios por el pecado fuese derramada al pie del altar. Como esta escrito: “Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de י ה ו ה … traerá por su ofrenda una cabra… por su pecado que cometió …. y la degollará en el lugar del holocausto… LUEGO CON SU DEDO EL SACERDOTE TOMARÁ DE LA SANGRE… Y DERRAMARÁ EL RESTO DE LA SANGRE AL PIE DEL ALTAR”- Leví tico 4: 27-30.
2) El segundo detalle, es que la palabra que el pasaje en leví tico 17: 11 traduce como “vida”, es la palabra Hebrea “Nefesh”. Y, “nefesh”, literalmente significa “alma”. Por ejemplo, el pasaje en Gé nesis 12: 13 dice de la siguiente manera: “Ahora, pues, di que eres mi hermana, PARA QUE ME VAYA BIEN por causa tuya, Y VIVA MI ALMA…”. En este pasaje, la palabra Hebrea traducida como “Alma”, es “nefesh”. De igual modo, Gé nesis 34: 3 dice de la siguiente manera: “Pero SU ALMA SE APEGÓ A DINA, la hija de Lea, y se enamoró de la joven…”. En este ultimo pasaje, la palabra Hebrea traducida como “alma”, es nuevamente la palabra “nefesh”.
¿ A donde conduce toda esta informació n? Pues a mostrarnos que, el sacrificio que hace expiació n, no es el derramamiento de nuestra sangre, sino “el derramamiento” de nuestra alma.
Y es por esto que la Escritura dice que, la oració n de Ana [quien mas tarde llegó a ser la progenitora del profeta Samuel] contó con el favor Divino; pues, aunque no se menciona que hubiese derramado la sangre de ningú n sacrificio, se nos dice que en efecto derramó su alma ante el Creador. Como esta escrito: “Y Ana le respondió diciendo… YO SOY UNA MUJER ATRIBULADA DE ESPÍ RITU… QUE HE DERRAMADO MI ALMA DELANTE DE DIOS”- 1 Samuel 1: 15.
Es que la Escritura muestra que, no importando cuan alejada de Dios se sienta una persona, en el momento en que esa persona derrama [en humillació n] su alma ante Dios, para confesar su pecado, y comenzar a apartarse de este ú ltimo, en ese mismo momento alcanza la misericordia y la redenció n Divina. Como esta escrito:
“EL QUE ENCUBRE SUS PECADOS, NO PROSPERARÁ; MAS EL QUE LOS CONFIESA, Y SE APARTA, ALCANZARÁ MISERICORDIA”- PROVERBIOS 28: 13. Y tambien dice en otro lugar: “SI SE HUMILLARE MI PUEBLO… Y ORAREN, Y BUSCAREN MI ROSTRO, Y SE CONVIRTIEREN DE SUS MALOS CAMINOS; ENTONCES YO OIRÉ DESDE LOS CIELOS, Y PERDONARÉ SUS PECADOS”- 2 Cró nicas 7: 14. Y finalmente dice: “Y VENDRÁ EL REDENTOR… A LOS QUE SE VOLVIEREN DE LA INIQUIDAD EN JACOB…”- Isaí as 59: 20.
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