Ninguna religión puede salvar al Hombre
Ninguna religió n puede salvar al Hombre
Si estudia usted detallada [y objetivamente] las Escrituras Sagradas de tanto Samaritanos, como de Judí os y Cristianos, descubrirá para su sorpresa que, a diferencia de lo que cree la mayorí a, estas confirman el hecho de que ningú n ser humano, ninguna Iglesia, ni ninguna religió n puede salvar al Hombre. Lo ú nico que puede salvarle, es aquel arrepentimiento sincero que le conduce a alejarse de la maldad, para comenzar en cambio a hacer el bien ordenado por el Creador (los Diez Mandamientos, cuyo resumen no es otro sino amar a Dios y a nuestro pró jimo).
Como esta escrito: “No confié is en los prí ncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en é l salvació n… Os digo: ‘No; antes si no os arrepentí s, todos pereceré is igualmente’... Apartate del mal, y haz el bien, y vivirá s para siempre... Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre… Porque: No adulterará s, no matará s, no hurtará s, no dirá s falso testimonio, no codiciará s, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: ‘Amará s a tu pró jimo como a ti mismo’… El amor no hace mal al pró jimo; así que, el cumplimiento de la Ley, es el amor… El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”- Salmo 146: 3, Lucas 13: 3, Salmo 37: 27, Eclesiasté s 12: 13, Romanos 13: 9, & 1 Juan 4: 8 (Biblia Reina Valera 1960)
El Judaí smo moderno, tiene poco que ver con la Fe Hebrea practicada por los antiguos profetas de Israel
El Judaí smo, es una religió n maravillosa. Pero la realidad es que, el Judaí smo moderno, tiene muy poco que ver con la Fe Hebrea practicada por los antiguos profetas de Israel. ¿ Y como sabemos que la mayorí a de los Judí os modernos tienen poco que ver con el pueblo Semita (es decir, con los descendientes de Sem que surgieron por medio del linaje de Abraham, segú n Gé nesis 11: 10-26)?
Pues lo sabemos porque, la mayorí a de los Judí os de hoy en dí a, admiten abiertamente ser é tnicamente “Askenazis”. Y la Escritura Hebrea no tiene reparo alguno en mostrar que, los Askenazis [es decir, los descendientes de Askenaz] NO ERAN A SU VEZ DESCENDIENTES DE SEM, sino que eran en cambio simiente de Jafet.
Como esta escrito: «ESTAS SON LAS GENERACIONES DE LOS HIJOS DE NOÉ: SEM, CAM Y JAFET... LOS HIJOS DE JAFET: GOMER... LOS HIJOS DE GOMER: ASKENAZ, Rifat y Togarma... »- Gé nesis 10: 1-3. (En otras palabras, los Askenazis tienen tanta posibilidad de ser Semitas, como los Griegos la tienen de ser Egipcios).
¿ Y como sabemos que, el Judaí smo Moderno, tiene poco que ver con la antigua fe Hebrea que modelaron tanto Moisé s como los profetas de Israel? Pues lo sabemos porque ya no observa los grandes mandamientos que distinguí an a aquella fe (el sacrificio del cordero pascual, el reposo sabá tico de la Tierra, la cancelació n de las deudas, la devolució n de las propiedades a sus dueñ os originales durante el añ o del Jubileo, el levirato conyugal, etc).
En adició n, lo sabemos porque, la mayorí a de las modernas sectas Judí as (Reformada, Reconstruccionista, Humanista, Conservadora, Hasí dica, etc), aceptan en principio el que un Judí o pueda ser abiertamente ateo y/o homosexual [¡ sin que ello ponga en entredicho la validez de su alegada identidad Judí a! ]. Y, en la antigua fe Hebrea, esto ú ltimo era simplemente intolerable, pues la Escritura catalogaba al ateí smo de “necedad”.
Como esta escrito: «DICE EL NECIO EN SU CORAZÓ N: “¡ NO HAY DIOS! ”- Salmo 14: 1». De igual modo, la antigua fe Hebrea consideraba la Homosexualidad como algo abominable- una conducta digna de “perros” [es decir, de bestias irracionables], y no de seres humanos. Como esta escrito: «NO HAYA RAMERA de entre las hijas de Israel, NI HAYA SODOMITA de entre los hijos de Israel.
NO TRAERÁ S LA PAGA DE UNA RAMERA NI EL PRECIO DE UN PERRO A LA CASA DE YAH tu Dios por ningú n voto; PORQUE ABOMINACIÓ N ES A YAH TU DIOS TANTO LO UNO COMO LO OTRO [TENGA PRESENTE QUE EL PERRO SE CARACTERIZA POR LAMER EL Ó RGANO GENITAL, TAL Y COMO HACEN LOS HOMOSEXUALES]»- Deuteronomio 23: 17-18.
Y lo anterior explica el hecho de que, la Escritura Hebrea, no mencione siquiera un solo patriarca Hebreo, un solo discí pulo de Moisé s, un solo miembro del Sanedrí n, un solo Juez de Israel, un solo Rey Hebreo, un solo profeta Hebreo, o un solo hombre justo que haya sido abiertamente ateo y/o homosexual. Es que, tal abierta degeneració n, era caracterí stica de aquellos gentiles paganos de los cuales Israel [y la fe Hebrea] estaban llamados a ser la antí tesis.
De hecho, una antigua tradició n Hebrea (Rabbah Gé nesis) confirma lo anterior, cuando dice lo siguiente- Dijo Rabbi: “No habí a ciudad mas perversa que Sodoma. Cuando un hombre era [extremadamente] perverso, era llamado un Sodomita; Y no habí a Nació n mas cruel que los Amorreos. Cuando un hombre era [extremadamente] cruel, era llamado un Amorreo”. Y en otro lugar dice tambien esa misma tradició n:
El Rabino Joshua Ben Levi dijo en el nombre de Bar Padiah: “Toda aquella noche, Lot se la pasó orando, pidiendo misericordia para los Sodomitas. Los dos á ngeles le habrí an escuchado; pero, tan pronto como los Sodomitas demandaron [pú blicamente] diciendo, «Sá calos (a los á ngeles), para que [teniendo intimidad sexual con ellos] los conozcamos» (Gé nesis 19: 5), en ese mismo momento los á ngeles dijeron a Lot: “¿ Tienes aquí alguno má s... (Gé nesis 19: 12)? ”.
Como queriendo decir: “[Lot, ] hasta aquí, pudiste interceder por ellos; pero, ahora que hemos sido testigos presenciales de su maldad, no tenemos otra opció n que hacerlos morir” [pues escrito esta: “POR DICHO DE DOS O DE TRES TESTIGOS MORIRÁ EL QUE HUBIERE DE MORIR; no morirá por el dicho de un solo testigo”- Deuteronomio 17: 6].
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