Saquear y cristianizar, «una baza de la polнtica gubernamental franca»

Si en la aniquilaciуn del reino de Turingia, en el 531, los francos habнan combatido aъn en uniуn con los sajones, ya en el 555-556 Clota-rio I llevу a cabo dos campaсas contra ellos. En la primera sucumbiу sensiblemente, pero en la siguiente les impuso un tributo. Hacia el 629, durante una campaсa devastadora, Clotario II hizo matar a todos los sajones que levantaban mбs que su espada. Pero cuando en el 632-633 a las уrdenes de Samo ayudaron a Dagoberto I contra un ejйrcito vendo, y aunque contribuyeron poco a la campaсa, el rey renunciу al tributo de 500 vacas que venнan pagando durante mбs de cien aсos. Con ello fueron totalmente independientes. Pero cuando en el 715 irrumpieron en el territorio del Ruhr inferior, Carlos Martell emprendiу una serie de guerras devastadoras sobre ellos, obligбndoles a pagar tributo y tomбndoles rehenes.

Como entre los frisones, tampoco entre los sajones, considerados como «los mбs paganos» (paganissimн), consiguieron ningъn йxito los ataques por sн solos. Todos aquellos avances mбs allб del reino franco «comportaban algo de irremediablemente temerario» (Schieffer). Y, como entre los frisones, tambiйn en el sometimiento de los sajones pronto colaborу el clero en estrecha uniуn con los conquistadores. Ambos se ayudaron mutuamente. Primero se saqueaba a espada el paнs, despuйs se afianzaba el dominio comъn mediante la ideologнa cristiana y la organizaciуn eclesiбstica, los conquistados y «convertidos» se adaptaban y eran explotados econуmicamente.

Los reyes y los nobles francos no tuvieron colaboradores mбs devotos que los clйrigos, y йstos no encontraron promotor mбs solнcito que el feudalismo franco. La victoria militar llevу consigo la inmediata cristianizaciуn. A donde la espada franca no llegу, como a los daneses por ejemplo, tampoco se dio misiуn alguna. De ahн que, al igual que entre los frisones, tambiйn entre los sajones su lucha por la libertad se trocу de inmediato en una lucha contra el cristianismo, que aparecнa a sus ojos como sнmbolo de la esclavitud y del dominio extranjero. De ahн tambiйn que tanto frisones como sajones odiasen particularmente al clero, destruyesen las iglesias en cualquier sublevaciуn, expulsasen a los misioneros y no pocas veces matasen a obispos y sacerdotes, resultбndoles sospechoso a priori cualquier predicador cristiano que se presentase. Casi siempre estaba, en efecto, al servicio de un poder hostil que imponнa el yugo, que actuaba como su introductor y estabilizador... El contraste no podнa ser mayor respecto de la labor misionera de la Iglesia antigua, cuando se intentaba ganar a los individuos y lentamente a una comunidad tras otra.

Ahora se querнa «convertir» de una vez al mayor nъmero posible de gente, a toda una tribu, al pueblo entero. De antemano se buscaba un йxito masivo, como despuйs ocurrirнa siempre durante la Edad Media. Asн, en el curso del siglo vni se intentу cada vez mбs abrir camino al cristianismo a cualquier precio y bautizar por la fuerza a los vencidos. «Esta conexiуn de guerra y cristianismo anuncia la nueva forma de colaboraciуn entre Iglesia y Estado» (Steinbach), que por lo demбs tambiйn suele llamarse «protecciуn de fronteras» y «contramedidas» (Schlesinger).

Ahora la cristianizaciуn pisaba los talones a la campaсa de sometimiento, sуlo con el innegable objetivo de vincular mбs fuertemente a los sometidos al reino... «Una baza de la polнtica gubernamental franca, la cual respondнa al convencimiento de que la doctrina evangйlica de la obediencia obligatoria era capaz de doblegar la rebeldнa obstinada mбs aъn que el poder de la espada» (Naegle). ⁸

Entre los sajones, entre quienes los campesinos esclavos eran extraordinariamente numerosos, las clases populares inferiores opusieron en parte una resistencia violenta a la expansiуn franca y a la conversiуn forzosa. Para ellos conducнa a una especie de esclavitud. La nobleza sajona, por el contrario, cuyo dominio se veнa amenazado por libres y latos en una lucha de clases que se agudizaba cada vez mбs, se mostrу mucho mбs accesible a la nueva religiуn, que de hecho era precisamente feudal, y mбs dispuesta a los acuerdos. En parte era ya cristiana y habнa entroncado con los francos. (La situaciуn era al menos muy similar en Turingia. ) La nobleza sajona favoreciу muy pronto la acciуn misionera para asegurarse el dominio sobre las clases inferiores y afianzar la propia posiciуn; una conducta caracterнstica a lo largo de la guerra. En el 782 y en el 898 esa misma nobleza entregу abiertamente a los francos a sus campesinos menos de fiar. Y tambiйn hizo de inmediato numerosas donaciones a la Iglesia. En cambio las clases inferiores (plebeium vulgus) rechazaban el cristianismo todavнa en la segunda mitad del siglo IX. ⁹

El pueblo mantenнa los sacrificios y usos paganos y odiaba a los pбrrocos cristianos. Ъnicamente la espada de Carlos consiguiу el objetivo. Aplastamientos y sublevaciones se sucedнan sin interrupciуn, provocando campaсa tras campaсa. Fue necesaria una guerra de mбs de treinta aсos, que devastу el paнs de continuo, diezmу la poblaciуn y pronto asumiу el carбcter de una guerra de religiуn, para difundir un poco mбs por el mundo la buena nueva y el reino de Dios; para conducir a los sajones «al ъnico Dios verdadero, para convencerles de que habнa algo superior a la lucha y la victoria, a la muerte en el campo de batalla y a los placeres en el Valhala» (Bertram).

Habrнa sido la guerra mбs sangrienta y larga de cuantas llevaron a cabo los francos, segъn escribe Einhard, el confidente de Carlos, en su Vita Caroli Magni, primera hagiografнa de un gobernante de la Edad Media. Y esa «predicaciуn con lengua de hierro» -segъn una expresiуn del siglo ix- con la que se convirtiу el paнs de Sajonia pasу a ser una especie de modelo de toda la prбctica misionera cristiana en la Edad Media. Y hemos de pensar que sуlo existen relatos francos sobre las guerras sajonas. Y pronto los cronistas clericales falsearon la misiуn a sangre y fuego hasta hacerla pasar por una obra de conversiуn serena y pacнfica por completo. ¹⁰