¿Es cierto que la Ley de Dios produce Maldición?
¿ Es cierto que la Ley de Dios produce Maldició n?
Si la Escritura dice que la Ley produce libertad y bienaventuranza (“Guardaré tu Ley siempre... Y andaré en libertad... Bienaventurado el varó n que no anduvo en consejo de malos... Sino que en la Ley de YHVH está su delicia”- Salmo 119: 44-45, & 1: 1-2); Y luego viene el noble Evangelio, afirmando que la Ley solo produce maldició n y esclavitud (“Cristo nos redimió de la maldició n de la Ley... Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no esté is otra vez sujetos al yugo de esclavitud”- Gá latas 3: 13, & 5: 1); entonces la disputa entre Cristianos y Samaritanos queda finalmente adjudicada; el caso ha sido cerrado, y no queda ya nada relevante por discutir.
¿ Por que? Pues porque, las Verdades reveladas en la Escritura Hebrea, son finales e irrevocables [pues la Ley no puede ser abrogada, ni mucho menos quebrantada, segú n Deuteronomio 4: 2]. Y, con esto, tambié n concuerdan los Evangelios, cuando citan a Jesú s diciendo: «la Escritura [la Ley], no puede ser quebrantada» (Juan 10: 35)
Si su fe le hace mentir, entonces su fe es falsa; pues ninguna mentira procede de la Verdad
Las promesas gratuitas que de salvació n, de Espí ritu Santo, de profecí a, de milagros, de sanidades, de prosperidad, y de liberació n hace el santo evangelio, a menudo son una intoxicante carnada que el creyente cristiano simplemente no puede evitar morder.
Pero la Ley Divina ordena en cambio que nos alejemos de todo aquello que tenga visos de ser vano, incierto, o adulador.
¿ Por que? Pues porque tanto la vanidad, como la mentira y la lisonja, proceden de Satá n, y no del Creador, quien odia la mentira (“Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estará n en la congregació n de mi pueblo, ni será n inscritos en el libro… He aquí, dice י ה ו ה , yo estoy contra los que profetizan sueñ os mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningú n provecho hicieron a este pueblo... ” (Ezequiel 13: 9, Jeremí as 23: 32).
De este modo, si su fe en Jesú s le obliga a usted a mentirse a sí mismo, forzá ndole a esbozar absurdos y estrambó ticos malabares teoló gicos a fin de justificar su desobediencia a lo claramente ordenado por el Creador, sepa usted que esta siendo engañ ado por el Maligno, poniendo de ese modo en riesgo su salvació n.
Considere el siguiente ejemplo: El Creador ha mostrado a su Pueblo que la Ley es eterna (“Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de dí a y de noche meditará s en é l, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en é l está escrito; porque entonces hará s prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”- Josué 1: 8).
En adició n, ha mostrado al creyente que, si obedece sus mandamientos, sera bendecido; pero que no lo hace, sera en cambio maldito. Como esta escrito:
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de י ה ו ה tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, tambié n י ה ו ה tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrá n sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzará n… Pero acontecerá, si no oyeres la voz de י ה ו ה tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrá n sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzará n... ”- Deut. 28: 1-2, & 15.
De este modo, si luego llega alguna otra persona (Isaí as, Daniel, Jesus, Pablo, Pedro, Juan, Muhammad, José Smith, Elena G. De White, etc) ofrecié ndole todas las bendiciones prometidas a Israel, pero sin necesidad de obedecer ninguno de los mandamientos, sepa usted que esta siendo seducido por Sataná s; quien, vistié ndose como á ngel de Luz, a menudo engañ a a los creyentes.
The Serpent Has Always Wanted You To Believe Man Can Be God!
The Divine Law teaches God is no man (“God is not a man... ”- Numbers 23: 19). But the New Testament claims Jesus to be not only God but even “the Second Adam”.
As is written: “I and the Father are one”- John 10: 30; “And so it is written, The first man Adam was made a living soul; the last Adam was made a quickening spirit... The first man is of the earth, earthy; the second man is the Lord from heaven” (1 Corinthians 15: 45-47, KJV).
So, he who follows God’s Law can properly say that, while the Serpent started out trying to convince Eve that Adam [the First Man] could be LIKE God (“In fact, God knows that when you eat it your eyes will be opened and YOU WILL BE LIKE GOD... ”- Genesis 3: 5); it ended up making an ever greater claim- that the Second Adam could not only be LIKE God but he could actually be God!
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