Una vez mбs la Iglesia benefнciaria de la guerra

Una vez mбs la Iglesia benefнciaria de la guerra

Asн como las guerras sajonas de Carlos abrieron Sajonia a la misiуn cristiana, asн tambiйn -piensa Ranke- sus guerras casi eclesiбsticas contra los avaros abrieron el espacio hasta el Raab, la nueva «Marca panonia» (Hungrнa occidental), un territorio mбs eslavo que avaro segъn parece. Cierto que ya otros habнan predicado allн, y a travйs de los monasterios fundados ya por Tassilo III, como los de Innichen o Kremsmьnster, habнan impulsado una conversiуn sistemбtica de los eslavos, contribuyendo a ello la correspondiente labor de los obispos. Pero, sobre todo en la Panonia avara, la poblaciуn eslava se convirtiу al cristianismo gracias al monje irlandйs Virgilio, que fue obispo de Saizburgo y que se vio hostilizado por Roma y por Bonifacio.

Por lo demбs es difнcil de decir quiйn contribuyу mбs a esta «colonizaciуn del sureste», a esta «germanizaciуn» de la regiуn oriental de los Alpes, quй monasterios, quй iglesias episcopales o quй otros nobles, aunque sin duda diferentes en cada caso. Lo que sн sabemos con certeza es que por doquier combatientes y misioneros, poder civil y eclesiбstico, germanizaciуn y cristianizaciуn fueron de la mano. Y es que la Iglesia, que recibiу grandes propiedades rurales, tenнa que cristianizar los territorios expoliados y vincular al reino franco la poblaciуn sometida.

Ya antes de la expediciуn armada del 796 Pipino habнa discutido en su campamento militar, a orillas del Danubio, con los obispos Arn de Saizburgo, Paulino de Aquileya y otros prelados la cristianizaciуn de los avaros, y ciertamente que tambiйn habнa aireado ya la divisiуn del paнs conquistado en diуcesis misioneras. Los arzobispos y obispos de los territorios limнtrofes acompaсaron ademбs a los invasores: Am de Saizburgo, un favorito de Carlos (y desde el 798 arzobispo, como consecuencia de las guerras avaras), acudiу con tropas bбvaras, mientras el patriarca Paulino de Aquileya lo hacнa con tropas italianas. (Su sucesor, el patriarca Ursus, pronto discutiу con el arzobispo Arn, pues sus respectivos misioneros chocaron entre sн Ўy ninguno de ellos quedу satisfecho! )

Despuйs de la guerra Aquileya habнa adquirido extensos territorios, aumentando tambiйn por doquier sus posesiones los grandes obispados bбvaros de Saizburgo, Freising, Ratisbona y Passau. Y en el siglo ix se extendieron aъn mбs: Ratisbona en Burgenland y en Eslovaquia meridional; Freising en Carintia y los Alpes dolomнticos; Passau hasta la Selva vienesa y el Raab; Saizburgo adentrбndose en Panonia, hasta el lago Balatуn y la desembocadura del Drau. Pingьes frutos de la victoriosa campaсa depredadora. Aquellos «campesinos» de los monasterios se asentaron hasta el lago Balatуn y Cinco Iglesias. Los alemanes se establecieron preferentemente a orillas del Danubio, mientras que los eslavos se desviaron hacia los rнos menores. Los sclavi se identificaron entonces con los servi, los siervos de la gleba. Esclavizaciуn y difusiуn de la buena nueva fueron indisolublemente unidas; Estado e Iglesia trabajaron tambiйn aquн hombro con hombro. Y como al conquistador le seguнa el misionero, a ambos les siguiу la servidumbre. ³⁹

La Marca panonia, expoliada asн por Carlos y despuйs cristianizada, volviу a perderse en el 895 con la conquista de la tierra por los magiares, desapareciendo en parte el cristianismo. Pero los obispados y los monasterios bбvaros conservaron tambiйn entonces «sus posesiones territoriales, por bien o mal que fuesen las cosas» (Dannenbauer). Y tras la expulsiуn de los hъngaros volvieron a establecer conexiones allн los obispados de Passau, Salzburgo, Brixen, Ratisbona, Eichstбtt, Freising y muchos monasterios, especialmente los de Niederalteich y Tegemsee. Contaron para ello con las condiciones indispensables para toda gran «colonizaciуn»: hombres y medios, los clientes y el dinero necesarios. El cristianismo pudo expandirse allн de nuevo en los siglos x y xi y establecerse definitivamente en tiempos de Esteban el Santo. Se ponнa asн una base para ulteriores «excursiones» piadosas hacia el este mediante las cruzadas. Las tres primeras (1096-1099, 1147-1149, 1189-1192) marcharon a Oriente a travйs de la Hungrнa cristianizada. ⁴⁰

Pero ya antes habнan entrado en la lista los eslavos.

 

3. EMPIZA LA OFENSIVA SISTEMБTICA CONTRA LOS ESLAVOS

 

Aunque mucho antes de Carlos I hubo conflictos ocasionales entre francos y eslavos, se dio sin embargo una infiltraciуn progresiva hacia Turingia y Baviera, hasta los rнos Raab y Regen, Main y Regnitz («esquinas del reino»), y no se detuvo la penetraciуn de gentes de origen serbio y bohemio durante los siglos vil y viu por la autoridad estatal franca, porque no se pudo o no se quiso. La conquista eslava del paнs en el siglo viii en la zona de Main superior pudo incluso haberse realizado de acuerdo con el reino. Pero fue Carlos el primer soberano franco, que iniciу una polнtica sistemбtica antieslava, se metiу en los asuntos internos de los eslavos y sometiу a tributo a diversas tribus vecinas hasta la frontera del Oder.

Fue la destrucciуn del reino avaro la que seсalу el comienzo de la cristianizaciуn de los eslavos de Moravia. Poco despuйs de la primera campaсa contra los avaros (791) entraron bajo soberanнa franca. ⁴¹

Pero este nuevo йxito no calmу el espнritu agresivo del rey. Y siguiу en la lista Bohemia, rodeada ya por el reino franco en tres de sus lados. Apenas hubo Carlos vencido definitivamente a sajones y avaros, emprendiу otra acciуn bйlica a gran escala. El 805, aсo en que su capitular de Diedenhof limitaba el comercio de armas con los eslavos, lanzу tres ejйrcitos contra los bohemios, que las fuentes francas llaman beheimi (boemani) y Cichu-Windones (vendos checos). A las уrdenes de su hijo mayor hizo atacar Bohemia por tres lados devastбndolo todo hasta mбs allб del Elba, por el que avanzу con barcos un cuarto ejйrcito hasta Magdeburgo. Y mientras sus tropas operaban literalmente de forma devastadora matando incluso a Lecho, el duque bohemio, su majestad se divertнa cazando durante meses en los Vosgos.

Aunque «la verdadera caza era la caza del hombre, la guerra» (Ri-chй). Ya en el 806 siguiу una nueva expediciуn bйlica contra Bohemia, que en realidad no fue mбs que una repeticiуn de la ъltima. De nuevo avanzaron tres columnas de ejйrcito desde Baviera a travйs de Fichtel-gebirge y desde el norte contra los bohemios, que buscaron refugio en los bosques infranqueables. Tambiйn fueron sometidas las tribus eslavas asentadas al este del limes sorabicus obligбndolas a un tributo de oro, plata y ganado, que los bohemios pagaron al menos hasta mediados del siglo xi. Siguieron otros ataques victoriosos contra los paganos del este y del norte. Todavнa en el 806 ordenу Carlos la guerra contra los eslavos del Elba, vecinos de Bohemia. Despuйs de morir en la lucha uno de sus prнncipes se sometieron. Y finalmente tambiйn se doblegу a los wilzos. ⁴²

Como canta Notker el Tartamudo, monje de St. Gallen, de su hйroe Eishere de Thurgau, que figuraba en el sйquito imperial, bohemios, wilzos y avaros «fueron segados como la hierba del prado». Hasta siete, ocho o nueve de aquellos «sapos» (ranunculi) solнa pasear «ensartados en su lanza». Y nuestro monachus sangallensнs hace decir a su campeуn de Thurgau con un lenguaje realmente cristiano: «En vano mi seсor rey y yo nos hemos esforzado con esta clase de gusanos (vermнculos)». ⁴³

Lo que eran los eslavos para el monje del siglo ix, que llegу a ser un beato de la Iglesia catуlica, «sapos» y «gusanos», lo continuaron siendo durante muchos siglos para muchнsimos cristianos.

Desde finales del siglo vn la «misiуn eslava» fue el primer objetivo del emperador Carlomagno. Dejemos de lado si perseguнa preferentemente la cristianizaciуn o la imposiciуn de tributos. Cualquier rechazo de los impuestos se interpretу como una rebeliуn y como motivo para una nueva guerra. Pero las campaсas continuadas -tambiйn a lo largo del siglo ix- y la aplicaciуn consciente del «principio " divide et impera" » (Novy) debнan de impedir cualquier asociaciуn estable de las tribus serbias.

Especial atenciуn merece el hecho de que la guerra contra los bohemios empezase poco despuйs de la visita de Leуn III el aсo 804 a Carlos y el que desde entonces las ofensivas contra los eslavos se llevasen a cabo de una manera sistemбtica, a diferencia de todos los choques anteriores que se organizaban a toda prisa. «Sуlo con el envнo del botнn avaro al papa y con la fundaciуn del arzobispado de Saizburgo se llegу a un proceso planificado, y tales sucesos estбn a su vez... нntimamente asociados al acuerdo de alianza entre Carlos y Leуn III el aсo 796». «Al comienzo de la misiуn carolingia entre los eslavos se encuentra el pacto de Carlomagno con Roma» (Brackmann).

Al finalizar todas aquellas campaсas de rapiсa una cuarta parte de lo que hoy es el sureste europeo se hallaba bajo soberanнa franca: Bohemia, Moravia, Hungrнa occidental y el noroeste de los Balcanes. ⁴⁴

Los aсos 808 y 810 aъn emprendiу Carlos algunas campaсas contra los daneses, que excepcionalmente fueron guerras defensivas. En el 808 el rey Gуttrik habнa irrumpido en Albingia septentrional, habнa destruido el puerto bбltico de los abodritas, que rivalizaba con los puertos daneses, y dos aсos despuйs habнa invadido Frisia con una flota de 200 barcos y derrotado a los frisones en tres batallas. La defensa de Carlos no habнa tenido mucho йxito y Gуttrik amenazaba con avanzar de inmediato sobre Aquisgrбn. Carlos, que debiу de temerse una derrota peligrosa y quizб hasta de proporciones catastrуficas, inspeccionу su flota y a tambor batiente reclutу tropas en todo el imperio. Pero el rey danйs no llegу: uno de sus guardaespaldas le habнa asesinado.

La «fuerza expansiva» de los francos se habнa agotado para entonces, al igual que el gusto por la guerra de muchos, especialmente de los campesinos libres; y el hambre de tierras de la nobleza se habнa saciado en buena parte. Al aсo siguiente Carlos firmу la paz con los daneses (cuyo paнs habнan desgarrado las luchas partidistas y por el trono), y en seguida enviу tres ejйrcitos en las direcciones mбs diversas: «uno a travйs del Elba contra los linones, el cual devastу su territorio y reconstruyу la fortaleza de Hohbeck sobre el Elba, destruida el aсo anterior por los wilzos; el otro marchу a tierras de Panonia para poner fin a las luchas con hunos y eslavos; y, finalmente, el tercero, contra los bretones para castigar su deslealtad. Todos cumplieron felizmente con sus objetivos y regresaron sin pйrdidas» (Annales regni Francorum). ⁴⁵

Las pйrdidas eran casi siempre por la otra parte. En su gran mayorнa. Y la desgracia tambiйn. Pero de eso, significativamente, las fuentes francas apenas hablan; por lo demбs, como hacen todavнa hoy los historiadores (y yo hablo aquн; como en general sуlo del caso normal y corriente). Ellos se atienen justamente a lo que leen. їA quй, si no? їNo es eso lo correcto? Pues ciertamente que no. Porque, cuando se proclaman tantos triunfos, tanta victoria y prosperidad, tanta prosperidad y victoria, siempre hay tambiйn mucho de lo contrario. Y no sуlo entre los vencidos. Pero de eso callan casi siempre los cantores, desde los analistas antiguos hasta los eruditos de hoy. Generalmente ante Carlos «el Grande» todos caen boca abajo.

їPor quй? їNo serб a causa del renacimiento carolingio, por llamarlo de alguna manera? El cual, tanto por motivo como por contexto, se asociу sobre todo con la «reforma» de la Iglesia franca; y que, como йsta, tuvo en lo esencial el mismo objetivo, para nadie mбs favorable que para la Iglesia, para-los clйrigos y monjas y su mнnimo -Ўen general! - de conocimientos, formaciуn y «enmienda» precisamente de las obras cristianas, el Antiguo Testamento y el Nuevo, los padres de la Iglesia... Mientras que, por ejemplo, ya bajo el hijo y sucesor de Carlos, Luis el Piadoso, volviу a interrumpirse la creaciуn de una gramбtica alemana y la recopilaciуn de literatura germбnica. ⁴⁶

Naturalmente nadie niega otros logros ciertos, como la transmisiуn de textos clбsicos antiguos. Pero esto no ocupу el primer puesto. Y sobre todo: hasta el «renacimiento carolingio» fue un fruto de las guerras carolingias. Y cualquier cosa que se diga en favor de ese rey franco no puede entenderse sin tales guerras. Ъnica y exclusivamente las guerras, ъnica y exclusivamente esa agresiуn brutal con sus mil injusticias y sufrimientos, ъnica y exclusivamente ese terror de miles de formas en provecho del imperio y de la Iglesia contribuyeron a otorgar a Carlos I el atributo de «el Grande». їY quiйn lo fue? їEl imperio?, їla Iglesia? Nobleza y clero. Y en especial la nobleza alta y el alto clero. Sуlo ellos fueron los grandes beneficiarios. Pues incluso la masa del propio pueblo en un noventa a noventa y cinco por ciento, o quizб mбs, no obtuvo nada. Ni siquiera la paz en el propio suelo, pues las guerras en Baviera y en Sajonia, al menos por algъn tiempo, fueron ya guerras civiles.

 

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