El Solsticio y que celebrar hoy en dia

Muchas veces me pregunto qué podemos celebrar con alegrí a y con ilusió n de futuro los que no somos cristianos.

No es que la Navidad cristiana sea algo malo, en su esencia. No lo es, celebrar el nacimiento de un dios que viene al mundo a liberarlo del pecado mediante su sacrificio, no es algo negativo en absoluto, incluso es positivo y muy aceptable, aunque podamos no estar de acuerdo con la idea general teoló gica.

Pero es que la Navidad cristiana hace añ os que la han convertido en una especie de ‘Black Friday’ americano, unos festejos de consumo y de comilonas sin el menor sentido espiritual. La Navidad ha sido prostituida hasta lo increí ble. Y por si fuera poco los poderes masó nicos y marxistas en el poder han acentuado esa prostitució n ‘navideñ a’ convirtiendo esas fechas en una especie de festejo cutre y sin sentido.

En Barcelona vemos una ‘Reina Maga’ para que no haya machismo, o un Belé n de futurismo astroná utico que da risa o pena. Y propaganda homosexual o alcohó lica ligada a las fiestas, cualquier barbaridad similar es lo que promociona el sistema en esos dí as.

Las fiestas del sistema son absolutamente imposibles de celebrar, nadie celebra de verdad el Dí a de la Constitució n, y la Fiesta de la Hispanidad es má s bien objeto de polé mica, y sentido polí tico, aparte de que ambas está n bien lejos de una visió n espiritual o mí tica.

Hay algunos festejos de tipo fú nebre, de origen cristiano, como las Pascuas (la Pasió n), y el Dí a de los Muertos, o de Todos los Santos, pero no puede decirse que sean algo alegre y optimista.

Por supuesto si eres Gay o borracho, drogadicto o partidario de orgí as sexualistas, puedes sentirte atraí do por las fiestas durante lo que se llaman Los Carnavales, fiestas sin duda alegres pero cuyo significado actual es absolutamente decadente.

Si bien su origen má s lejano podrí a tener cierto sentido espiritual, puesto que se podrí an relacionar con las fiestas paganas en honor a Baco, el dios romano del vino, las saturnales y las lupercales romanas o el culto de Dionisio, etc. este origen ya no es visible ni existe, y se han convertido solo en una manifestació n del mal gusto sexista con profunda participació n de transexuales y grupos homosexuales de la peor especie, eso sí, apoyados y financiados por las instituciones democrá ticas.

Conclusió n: La Navidad y otras fiestas de origen cristiano son muy adecuadas a una celebració n personal, pero hoy en dí a han sido prostituidas en lo comunitario.

Así pues nuestras oportunidades de celebració n comunitaria (dejemos aparte las celebraciones individuales del cumple-añ os o del ‘santo’ en el tema cristiano) las veo reducidas a los Solsticios.

Los Solsticios tienen todas las caracterí sticas para ser unas grandes fiestas comunitarias, tienen un sentido espiritual mí tico y comunitario, ligadas a la Naturaleza y el ciclo de la vida.

Tanto el Solsticio de Invierno como el de Verano tienen un sentido, positivo en un caso y claramente alegre en el otro. Si en Invierno se celebra en el dí a má s corto, en la noche, lo que se propone es la esperanza del nuevo ciclo, del nuevo Sol, el renacer. Y en Verano se celebra ese renacer hecho ya realidad, el esplendor de la Naturaleza.

En el mundo actual solo queda un vestigio escondido de estas fiestas, ya sea en la Navidad o en la fiesta de San Juan y sus hogueras. Pero ese recuerdo está oculto, cuando no casi prohibido, como en el caso de las hogueras de San Juan que se han ido eliminando por ‘peligro de incendio’ y presiones oficiales.

Por supuesto está n mal vistos tanto por el sistema, que no olvida su relació n con la Naturaleza y el origen racial y comunitario ario, como por el cristianismo, que recuerda su paganismo primitivo.

Toda Revolució n total, toda Cosmovisió n del Mundo, va ligada a unas Fiestas propias, y las nuestras son sin duda los Solsticios, junto, si se quiere, con una renovació n absoluta de la Navidad cristiana, que vuelva a sus tradiciones má s comunitarias y populares.

Los Solsticios tienen pues la ventaja de no haberse corrompido por la acció n del Sistema, que las ignora y oculta, pero a la vez ese mismo olvido los hace menos comunitarios, má s ‘sectarios’, tema que es preocupante.

Si convertimos unas fiestas de Comunidad y de la Naturaleza en unas reuniones sectarias de ceremonial ocultista, estamos destrozando esa fiesta natural y pú blica del Solsticio, prostituyé ndola de la misma forma que se ha prostituido la Navidad.

Celebremos el Solsticio con alegrí a, de forma pú blica y natural, esa es nuestra ú nica fiesta racial hoy en dí a aun no podrida por el sistema.