Aparece el «rincуn beato». El comienzo del fin de los agilolfingios, o Baviera queda prendida en la red romana

Aparece el «rincуn beato»

Casi no existen fuentes fiables sobre los orнgenes histуricos de la tribu bбvara, sobre su procedencia, el momento de constituciуn tribal, de la fusiуn baibarн, baiovarii y baioarii, asн como sus primitivas circunstancias religiosas. A diferencia de godos, longobardos y francos, los bбvaros en principio no pueden presentar ningъn historiador. Sуlo aproximadamente 250 aсos despuйs de su «conquista de la tierra» hay testimonios escritos de su reino especнfico. En efecto, sus inscripciones mбs antiguas son de mediados del siglo vi.

Tampoco consta de dуnde procedнan los bбvaros. Tal vez un nъcleo determinante llegу de Bohemia, como indica su nombre: los hombres de la tierra de Baia, la «gente de Bojohaim». Es denominaciуn confirmada desde aproximadamente el 550, cuando los primeros inmigrantes de Bohemia se asentaron sobre todo en la que despuйs serнa la capital del reino: Regensburg o Ratisbona. Pero tal vez los baiovarii eran celtas, un pueblo mestizo de celtas, romanos y germanos. Tal vez descendнan de los marcomanos, los alamanes y los suebos. Todos ellos, y otros mбs -turingios, hermundurus, hunos- pueden haber quedado absorbidos en ellos, incluso los romanos alpinos -como hoy estб de moda decir- que se asentaron en Retнa y Noricum. Como quiera que fuese, la tribu bбvara sуlo se formу al tiempo de la ocupaciуn (pacнfica, se supone) del paнs a comienzos del siglo vi, al este de los alamanes, entre Enns y Lech, y entre el Danubio y los Alpes. Y dos siglos despuйs el paнs ya estaba lleno a rebosar de monasterios, se habнa convertido en el «rincуn beato» que hoy sigue siendo. Probablemente los bбvaros fueron ya sometidos por el rey Teudeberto 1 (533-548) a la soberanнa franca.

Y asн como en el plano etnogenйtico nos remitimos a supuestos y combinaciones, tambiйn es poco lo que se sabe acerca de religiуn originaria de bayuvaros. Ya en la йpoca romana puede haber penetrado el cristianismo en la que luego se llamarнa tйrra Bavariae por mediaciуn de mercaderes y soldados. Pero si ya entonces hubo una organizaciуn eclesiбstica (lo que parece probable), desapareciу por completo con la retirada de los soldados romanos y de las autoridades estatales, con la ъnica excepciуn de Coira (Chur). La Iglesia cristiana, rigurosamente pacifista durante siglos, pudo crecer frente al Estado; pero despuйs sуlo pudo sobrevivir con el Estado, en estrecha conexiуn con el aparato «civil», con la fuerza.

Es significativo que tambiйn aquн fuesen los poderosos los primeros en pasarse al cristianismo. El linaje ducal fue catуlico desde el principio. Y, como era habitual, fue tambiйn aquн la nobleza, la que por motivos polнticos, es decir, por afбn de poder y de prestigio, abrazу la religiуn cristiana. El pueblo, todavнa mayoritariamente pagano en le siglo vi, se convirtiу al cristianismo (en masa) sуlo en el curso del siglo vii.

Pero tal vez ya antes algunos monjes irlandeses y predicadores de Bi-zancio habнan «convertido» a parte de los bбvaros. Y tal vez al principio algunos se hicieron arrнanos; en pro de lo cual hay multitud de referencias, aunque no faltan quienes lo niegan porque se prefiere ver a los antiguos bayuvaros como paganos antes que como «herejes». Seguro que entre ellos hubo cismбticos (debido a la disputa de los Tres Capнtulos), como lo demuestra el ejemplo de la reina Teudelinde.

El comienzo del fin de los agilolfingios, o Baviera queda prendida en la red romana

Ya en la йpoca mбs antigua los bбvaros estuvieron dominados por los agilolfingios. La procedencia de dicha tribu es tan insegura como el comienzo y su forma de gobierno. Lo ъnico seguro -y el dato es significativo- es su final: el 788. Repetidas veces estб certificada su ascendencia franca; pero tambiйn se ha tomado en consideraciуn la hipуtesis de unos antepasados burgundios y longobardos, con los que mantuvieron estrechas relaciones. La Lex Baiuvarium, redactada a comienzos del siglo viii, y que trata primero los asuntos del clero, luego los del duque y finalmente los del pueblo, dice: «Pero el duque, que estб al frente del pueblo, fue siempre del linaje de los agilolfingios y siempre deberб serio».

El primer duque bбvaro de la familia de los agilolfingios, del que hablan los documentos, fue Garibaid I (hacia 550-590). Procurу afianzarse frente a los francos mediante lazos polнticos y de parentesco con los longobardos. Y si bien hubo de casarse forzosamente con la princesa longobarda Waldarada, entregу una hija al duque longobardo Ewin de

Trento y, en el 589, otra, Teudelinde, al rey longobardo Authari, despuйs de haber fracasado en un intento de avenencia con los francos. Pero йstos, que en los aсos setenta y ochenta habнan hecho la guerra a los longobardos, tras una campaсa poco afortunada contra los mismos hacia el 590, firmaron la paz al aсo siguiente y en el 592 entronizaron a Tassilo I en Baviera. ¹⁵

De nuevo prevalecнan las tendencias profrancas. Pero las noticias de Baviera se diluyen, y entre aproximadamente los aсos 630 y 680 tambiйn las fuentes francas callan por completo acerca de la tribu. Poco a poco fue separбndose cada vez mбs del reino franco, como lo hicieron otros pueblos que no querнan vivir bajo yugo franco: sajones, turingios, alamanes o los vascos, que en tiempos emigraron a Aquitania. Pero en Baviera Pipino el Medio volviу a ejercer una mayor influencia sobre la misiуn cristiana, que acabу desarraigando por completo el viejo paganismo. Y cuando hacia el 716 el conde Theodo pretendiу una iglesia bбvara independiente, terminу por intervenir Carlos Martell. El aсo 725, ya bajo Grimoaldo, hijo de Theodo, arrasу el paнs, reuniу un gran botнn y se llevу a la mujer de Grimoaldo, la duquesa Pilitrud, y a su sobrina Swanahilt, la cual serнa luego madre de su hijo Grifo. Al muchacho lo encarcelу en el 741 y a su madre Swanahilt la encerrу en el monasterio de Chelles.

Y ya en el 728 el franco llevу a cabo una nueva campaсa contra los irritados bбvaros. Grimoaldo, que por entonces residнa en Freising, tal vez fue vнctima de un amotinamiento, y en cualquier caso fue brutalmente asesinado por unos «enemigos». Pero a finales de los aсos treinta, mientras Carlos combatнa a los бrabes en el sur de Francia, el duque Odilo, establecido por йl mismo, pudo de nuevo independizarse bastante del dominio extranjero. Pero desde las guerras de Carlos con los bбvaros el nuevo obispado de Eichstбtt se convirtiу en un bastiуn eclesiбstico del poder franco. ¹⁶

Bonifacio habнa hecho escala por primera vez en Baviera el aсo 719; pero «trabajу» allн por mбs tiempo en el 736 y quizб varias veces tambiйn en los dos aсos siguientes, especialmente contra un Eremwulf, de quien no tenemos mбs noticias, pero del que sabemos que era un cismбtico, hundido en la «obcecaciуn herйtica». Naturalmente fue condenado y expulsado y el pueblo se vio libre del «perverso error idolбtrico».

Durante su tercera y ъltima estancia en Roma (738) Bonifacio recibiу la orden de reorganizar la Iglesia en Baviera (y en el territorio alamбn). Gregorio III apelу -prometiendo una vez mбs el «ciento por uno» y «la vida eterna»- a todos los obispos francos que le eran bienquistos, a todos los sacerdotes venerables y a los abades temerosos de Dios: «Asignadle auxiliares de vuestro redil {ex vestro ovile), con una imagen muy de su gusto. Tambiйn su sucesor el papa Zacarнas habla de «nuestra comuniуn en un redil». Y ciertamente que la metбfora es atinada. ¹⁷

Por lo demбs, dos dйcadas antes Baviera debiу de convertirse ya en una Iglesia nacional en completa dependencia de Roma y, por supuesto, en una potencia protectora papal mбs allб de los Alpes. Pues ya el duque Theodo habнa acudido a Roma, en su condiciуn de «el primero de su tribu» y «con el deseo de orar» (Lнber Pontificalis). A Roma se peregrinaba siempre para orar. Y naturalmente sacу fruto. Asн, ya el 15 de mayo del 716 Gregorio II impartiу una instrucciуn para la erecciуn de obispados y ordenу la creaciуn de una iglesia nacional bбvara en armonнa con los prнncipes bбvaros. Cada uno buscaba su provecho: el duque el alejamiento de su territorio de la influencia franca, y el papa una Iglesia, en la que ъnicamente йl marcase la pauta, por lo cual los sacerdotes bбvaros tenнan que ser tambiйn examinados de su «ortodoxia», que significaba su sumisiуn y acato a Roma. ¹⁸

Mas por entonces los deseos papales es evidente que contaron poco o nada. Y asн bajo Gregorio III (731-741) se hizo un nuevo intento, que prosperу con Bonifacio. Una vez mбs se planificу la erecciуn de una provincia eclesiбstica bбvara de acuerdo con el duque bбvaro, pero no con el mayordomo franco. Odilo se preocupaba, naturalmente de su autonomнa, que apuntaba (indirectamente) contra Carlos Martell. Йl no «habнa promovido en modo alguno» una organizaciуn del episcopado para el reino franco (Reindel). De ahн que la incorporaciуn del ducado suabio, del territorio atamбn, a la reforma bonifaciana no se llevase a cabo, como Roma pretendнa. La influencia del Estado franco ya era allн demasiado grande. ¹⁹

Tras su tercer viaje a Roma Bonifacio dividiу (739) Baviera en cuatro obispados, de acuerdo con el plan de organizaciуn romano del 716 y en connivencia con el duque Odilo y con Gregorio III. Para ello se apoyу significativamente en los centros de poder ya existentes: Ratisbona, Saizburgo, Freising y Passau. Ъnicamente en esta ъltima sede dejу al obispo Vivilo, consagrado por el papa; pero expulsу a los restantes obispos, «destructores de las iglesias y corruptores del pueblo» (Vita Boni-fatiн), nombrando a otros tres: Gaubaid para Ratisbona, Juan para Saizburgo y Erembert para la ciudad de Freising. ²⁰