Fracasa una revoluciуn papal

La masa del clero sabнa naturalmente que su poder descansaba sobre todo en la magia de la causa, en la bella apariencia, en el encanto exterior y sensible del servicio divino; por lo cual hubo de mantenerse al lado del pueblo, que veneraba las imбgenes sagradas. Incluso se le habнa enseсado casi a venerar la fuerza milagrosa de los нdolos, y con la retirada de los mismos se habнa privado de la base a su costumbre y a su piedad. Por ello, cuando despuйs de un edicto del califa Jezid (que el 723 habнa ordenado la retirada de las imбgenes de todos los templos cristianos del imperio бrabe) tambiйn el enйrgico emperador Leуn III el Isaurio -que pasaba por simpatizante de los sarracenos, sarakenophrуn- mandaba en un edicto formal (726), y con el asentimiento de un concilio, retirar de las iglesias todas las imбgenes de mбrtires o de бngeles y ponerlas bajo llave (en el 730 un edicto posterior imponнa su destrucciуn), estallaron manifestaciones de fanatismo en el este y el oeste: cristianos contra cristianos, como de costumbre a lo largo de los siglos. ³⁴

Provincias enteras se llenaron de restos de imбgenes cursis y de obras de arte insustituibles. Los veneradores de las imбgenes fueron perseguidos y la multitud iconoclasta se amotinу. El papa Gregorio II (715-731) prohibiу al emperador -con un lenguaje increнblemente agresivo, como el que en tiempos habнa osado Sнmmaco bajo protecciуn ostrogoda- que interviniese en cuestiones de fe y tuvo de su lado a toda Italia, especialmente a los obispos. Las amenazas del monarca de que «enviarнa a Roma para encerrar la imagen de san Pedro y conducir atado al papa Gregorio, como habнa hecho Constantino [Constante II] con Martнn [I]», le resbalaron, y hasta bromeу: «Aunque te pavonees y nos amenaces, no tenemos necesidad de luchar contigo. El papa se alejarб tres leguas de Roma al territorio de Campania, y Ўbuen provecho!, a cazar vientos». «Todo Occidente -afirmaba el papa- ha puesto su mirada en nuestra humilde persona, y aunque no seamos dignos de ello tenemos una gran confianza en nosotros y en aquel cuya imagen quieres aniquilar y desaparecer, la del santo prнncipe de los apуstoles, Pedro, al que todos los reinos de Occidente veneran como a un dios [! ] sobre la tierra. Si osases intentarlo, verнas que las gentes de Occidente estбn dispuestas a dar la razуn a las del este. »³⁵

La irritaciуn de Gregorio no obedecнa exclusivamente a motivos teolуgicos, sino que respondнa tambiйn a razones materiales muy concretas.

El emperador Leуn III habнa defendido con йxito Constantinopla por tierra y mar (717-718) contra los бrabes en una de las matanzas mбs decisivas de la historia universal. Y asн el Asia Menor, que fue librбndose del dominio islбmico durante una serie de campaсas anuales, permaneciу bizantina y cristiana durante casi siete siglos. Para equilibrar sus finanzas despuйs de la guerra contra los бrabes hubo de imponer nuevos impuestos; esto afectу sobre todo a la Iglesia romana, que con sus extensas propiedades territoriales era el primer poder econуmico de Italia. Y asн como antes las rebajas impositivas habнan determinado la afecciуn devota al Estado, asн ahora la medida produjo el efecto contrario. Los obispos italianos, los mayores contribuyentes del paнs, acaudillaron la resistencia contra el pago y lo impidieron. Y al mismo tiempo combatieron naturalmente la polнtica iconoclasta del emperador. No fue eso sуlo: el rechazo de los impuestos, que ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento permitнan, se trocу ahora en una obra piadosa y poco a poco se falseу hasta identificarlo con la resistencia a la polнtica iconoclasta del monarca, que a la entrada de su palacio hizo sustituir una imagen de Cristo por una cruz.

Pero el papa Gregorio II fue el verdadero caudillo de Italia en la sublevaciуn contra su seсor, fue «la cabeza de la revoluciуn italiana» (Hartmann). Entonces ya no contу el «Estad sometidos a la autoridad»; lo que contу realmente fue el «Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres». Y -Ўen la prбctica! - Dios estб siempre donde estб el papa. Y el papa no sуlo alentу al patriarca de Constantinopla, san Germanos, a la lucha contra el emperador, sino que hizo una llamada a todo el mundo, con lo que estallу por doquier la guerra civil. Mбs aъn, Gregorio amenazу con una desvinculaciуn de Bizancio: «Con la gracia de Dios emprendemos el camino hacia las regiones mбs lejanas de Occidente».

El papa se opuso abiertamente al edicto imperial. Prohibiу pagar tributos al soberano y se puso asн al frente de la sublevaciуn. Hasta el oficioso Lнber Pontificalis escribe: «Se armу contra el emperador como contra un enemigo». El cartulario Juan, antipapa, y el subdiбcono Juan Lurion fueron asesinados por los romanos, y al dux Basilios se le encerrу en un monasterio; todo lo cual fueron ataques evidentes contra el gobierno. Consecuentemente el exarca Paulo recibiу la orden de deponer a Gregorio de su silla pontificia. Mas cuando acudieron las milicias de Ravenna, el papa se les opuso con una liga de soldados italianos y de longobardos. En Venecia, Ravenna y Roma se expulsу a los gobernadores y funcionarios imperiales, y en Benevento y Spoleto, a las tropas bizantinas. El exarca Paulo fue eliminado por manos asesinas. Tambiйn fueron eliminados sus generales. El dux Exhileratus y su hijo Adriбn -este ъltimo excomulgado desde hacнa aсos por el papa a causa de un matrimonio irregular- fueron apresados y muertos por la milicia romana. Al dux romano Petrus le sacaron los ojos por haber escrito al emperador «en contra del papa». La sublevaciуn triunfу por todas partes: Su Santidad y los longobardos se alzaron en comъn rebeliуn contra el emperador. Hasta el Lнber Pontificalis asegura «que toda Italia se alzу contra la maldad del basileus y decidiу elegir a otro y mandarlo a Constantinopla». Y, efectivamente, en Grecia llamу al antiemperador Cosme, que se presentу con una flota frente a Constantinopla; pero йsta fue derrotada en la batalla naval del 18 de abril del 727 y Cosme fue colgado. ³⁶

Todavнa en el 729 se vio Gregorio como epicentro de la sublevaciуn y «a todo Occidente» con los ojos puestos en йl. «Los pueblos de Occidente estбn prontos -escribe al emperador-. Nos derivamos nuestro poder y autoridad del prнncipe de los apуstoles, Pedro, y podrнamos, si lo quisiйramos, constituir un tribunal contra ti; pero tъ mismo has pronunciado ya la sentencia contra ti y contra tus consejeros: tъ y ellos habйis sido condenados por igual. »

Pero el emperador acabу dominando la rebeliуn. En el 730, cuando sustituyу al anciano patriarca constantinopolitano Germanos -que equivocadamente no encontraba la veneraciуn de las imбgenes ni contraria al Antiguo Testamento ni al Nuevo- por Anastasio (si es que Germanos no se retirу por propia iniciativa), la revoluciуn fracasу tambiйn en Italia. Y tambiйn entonces Gregorio se habнa pasado oportunamente al campamento imperial. Cuando los revolucionarios italianos nombraron en Italia, al igual que los griegos habнan hecho en Grecia, a un cierto Tibe-rius Petasius para emperador, el papa -a quien un Cйsar en Roma, donde йl era el jefe supremo, no podнa agradarle para nada- exhortу al pueblo a que «no se dejase llevar por el amor y la lealtad al imperio romano» y hasta puso en manos del exarca la milicia romana para combatir al nuevo antiemperador. En la Tuscia romana Petasius fue muerto, y su cabeza fue enviada a Constantinopla. ³⁷

En la controversia de las imбgenes, sin embargo, tanto Gregorio II como sus sucesores permanecieron inflexibles. Mediante un sнnodo, celebrado en Roma en noviembre del 731, Gregorio III (731-741) lanzу la excomuniуn contra la retirada, destrucciуn y profanaciуn de las imбgenes sagradas. Pero sus legados, enviados a Constantinopla con escritos exhortatorios fueron ya apresados en Sicilia por el estratega imperial Sergio, encarcelados durante meses y devueltos a Roma. Simultбneamente el emperador preparу un poderoso contragolpe, que afectу a la base material del papado y cambiу la geografнa polнtica.

Despuйs de que una flota enviada contra Italia padeciese naufragio, el monarca se vengу de otra manera. No tan sуlo gravу al mбximo la presiуn tributaria, sino que ademбs separу la provincia eclesiбstica de Iliria junto con toda Italia meridional y Sicilia de Roma, sometiendo todos aquellos territorios a la jurisdicciуn del patriarca de Constantinopla; un paso que Bizancio defendiу tenazmente, y que cada nuevo papa intentу bloquear. El emperador arrebatу asimismo al papa todos sus patrimonios en Italia meridional, con lo que ъnicamente Sicilia representу una pйrdida de 350 libras de oro. ³⁸

La disputa de las imбgenes se prolongу durante todo el perнodo de gobierno de Leуn y se agudizу aъn mбs bajo su hijo y sucesor Constantino V (741-776), llamado Ikonokiastйs, el destructor de imбgenes (y tambiйn Koprуnymos, por haber ensuciado el agua en su bautismo, y Caba-llinus por que le gustaba el olor de la boсiga de caballo). Cierto que cuando en el 742 se alzу un usurpador iconodulo, su cuсado Artabas-dos, mantuvo Roma del lado del emperador iconoclasta y mandу sacar los ojos al vencido y a sus hijos, y el papa Zacarнas legу una generosa donaciуn de tierras. Constantino, que participу activamente en la inveterada discusiуn y que mostraba un interйs notable por las cuestiones teolуgicas, mandу prohibir la invocaciуn de los santos y de Marнa asн como retirar o destruir de las iglesias todas las imбgenes de los santos.

Dicho emperador persiguiу especialmente a los monjes, defensores tanto mбs fanбticos del culto a las imбgenes cuanto que tenнan un monopolio econуmico para la fabricaciуn de iconos. Los monasterios fueron expropiados y cerrados, tranformбndolos en cuarteles y en instalaciones para baсos, o fueron destruidos por completo, como ocurriу con los monasterios de Kallistratos, Dios, Maximinos, etc. Sus moradores tuvieron que elegir entre deponer los hбbitos y tomar mujer o ser cegados y desterrados. En Йfeso se obligу a monjas y monjes a casarse y a otros se les ejecutу (con el respaldo de un concilio celebrado en Constantinopla el 754). Los soldados descuartizaron a los megerios y transformaron los martyrнa en un hipуdromo. No menos de 338 obispos firmaron el 754, reunidos en el sнnodo de Hieria, los edictos iconoclбsticos de Leуn III. Y 50. 000 monjes, proscritos por el emperador, huyeron a Roma. Y todo esto mientras los bъlgaros iniciaban su gran asalto al imperio. ³⁹

La lucha «a sangre y fuego» culminу en la dйcada de los sesenta.

El abad Stephanos de Monte Auxentio, caudillo de la oposiciуn iconodula, fue linchado en las calles de Constantinopla, en noviembre del 765. Sуlo en agosto del 766 se ejecutу a 16 altos funcionarios y oficiales, partidarios del culto a las imбgenes. Al aсo siguiente rodaba tambiйn en el palenque la cabeza del patriarca Constantino. El emperador ya antes le habнa mandado azotar; despuйs, el 6 de octubre, le hizo objeto de reprensiуn pъblica delante de todo el pueblo congregado en el gran templo. «Despuйs de cada capнtulo -escribe Teуfanes, que luego fue abad-el secretario particular golpeaba en el rostro al seudopatriarca, mientras el patriarca Niketas asistнa al espectбculo sentado en su silla. » Al dнa siguiente Constantino, rasurado a rape y con un vestido irrisorio sin mangas, fue paseado por las calles montado en un asno hasta el hipуdromo, donde fue insultado y escupido por todo el pueblo cristiano.

El asno lo llevaba por el ronzal su sobrino Constantino, al que se le habнa cortado la nariz. «Cuando llegу frente a los partidos del circo, descendieron de sus asientos, le escupieron y le arrojaron inmundicias. En la parada delante de la tribuna imperial, lo arrojaron de la cabalgadura y le pisaron en la nuca. » A finales de mes el hombre renegу de su creencia, y tras exigirle esa reparaciуn, se le decapitу. Su cadбver fue arrastrado por las calles hasta el desolladero de los ajusticiados y su cabeza colgу de las orejas durante tres dнas para escarmiento pъblico. ⁴⁰

їNo es esto un cristianismo amable?

Cierto que eso ocurrнa en Bizancio. Mas їcуmo estaban las cosas en Roma?