La matanza de suabios por Carlomбn y el obispado de Constanza

La matanza de suabios por Carlomбn y el obispado de Constanza

Tambiйn en Monte Cassino habнa hecho escala poco tiempo antes el franco Carlomбn...

Antes de su muerte, ocurrida el 21 de octubre del 741, Carlos Mar-tell habнa dividido la potestad de gobierno entre sus hijos Carlomбn, Pi-pino III (el Joven, el Corto) y Grifo. El mayor, Carlomбn obtuvo Aus-trasia, Turingia y Suabia; Pipino el menor, los territorios de Neustria, Burgundia y la Provenza, mientras que Baviera y Aquitania (el territorio entre la costa atlбntica, el Loira y los Pirineos quedaban sujetas a la jurisdicciуn comъn de ambos. Su hermanastro Grifo, hijo de la segunda mujer de Carlos, la princesa bбvara Swanahilt, no fue reconocido como heredero con los mismos derechos; sus hermanastros lo apresaron y encerraron en una fortaleza de las Ardenas, mientras que su madre Swanahilt fue recluida en el monasterio de Chelles cerca de Parнs.

Ya al aсo del cambio de gobierno se crearon obispados en Hesse y en Turingia (planeados por Bonifacio desde el 732), y en los aсos 743 y 744 se celebraron tres grandes sнnodos en Austrasia y Neustria, en los cuales se decretу la total eliminaciуn de la «herejнa» y del paganismo. Carlomбn y Pipino -ambos educados en monasterios, Carlomбn probablemente en el de Echternach por Willibrord, y Pipino en el de Saint-Denis- llevaron la guerra a todos los rincones. Ambos fueron -como dice el papa Zacarнas de sus «hijos ilustrнsimos» (744)- «compaсeros y auxiliares» de Bonifacio; mбs aъn, ambos estuvieron «bajo la inspiraciуn de Dios» (inspiratione divina). Asн, el santo padre pudo garantizar a los dos grandes carniceros tambiйn «una recompensa abundante... en el cielo», pues «bendito es el hombre por quien se bendice a Dios».

Carlomбn, el bendecidor de Dios, irrumpiу el 743 -un aсo en el que transfiriу 26 iglesias regias al reciйn fundado obispado de Wьrzburg-en Ostfalia meridional, y en Engern, siguiendo siempre la cruz a la espadar misioneros, predicadores, bautizos en masa. Aquel mismo aсo se consiguiу el sometimiento definitivo de Suabia. En la misma constituyу una importantнsima «cabeza de puente» el obispado de Estrasburgo con sus monasterios en el camino de Kinzig, que a travйs de la Selva Negra conducнa hasta el territorio suabio. Una ъltima rebeliуn de Cannstatt la ahogу bбrbaramente en un baсo de sangre Carlomбn (746), venerado mбs tarde como santo en el monasterio de Fulda, entre otros: las tropas francas asesinaron probablemente -los datos de las fuentes resultan al respecto muy escasos y hasta contradictorios- a miles de alamanes (Ўcristianos en su gran mayorнa! ) que presenciaban el desfile de las tropas. Al menos una parte de la nobleza alamana, si es que no su casi totalidad, fue eliminada, probablemente en la cota de Altenburg. Y en vez de la aristocracia nativa entraron los condados francos, sucumbiendo en gran parte a la confiscaciуn las posesiones de la nobleza alamana.

No faltan ciertamente historiadores para quienes el baсo de sangre de Cannstatt no pasa de ser un «rumor». Eso quiere decir que a la nobleza del paнs «se le pidieron cuentas»; lo cual suena mucho mejor. Mбs aъn, que todo el asunto pertenece «al campo de la leyenda locuaz» (Bьttner).

La gran beneficiada de esa «leyenda» fue sin duda la Iglesia, y mбs en concreto el obispado de Constanza -«punto de partida de la penetraciуn cristiana y franca en Alamania» (Tellenbach)-. Constanza, cuyo obispo tenнa que asegurar el dominio de los francos, recibiу a cambio enormes posesiones, hasta convertirse en la diуcesis mayor alemana de la Edad Media, extendiйndose desde Berna hasta Ludwigsburg y desde el valle del Walser hasta Breisach: el aсo 1435 comprendнa 45. 000 kilуmetros cuadrados, con 1. 760 parroquias. Tambiйn los monasterios de St. Gallen y Reichenau se enriquecieron con los bienes incautados de los vencidos y asesinados y «muy pronto se contaron entre los mбximos terratenientes de Alamania» (Novy).

En el otoсo del 747 Carlomбn, «aquel santo varуn» (abate Regino de Priim), sorprendentemente y a cuanto parece por propia voluntad, se retirу, aunque todavнa en agosto de aquel mismo aсo «hizo todo lo posible por asegurar su posiciуn y la de su hijo» (Bund). Tal vez atormentado por los remordimientos de conciencia por la matanza suabia, «se consagrу a san Pedro» (Vita Zachariae). «Voluntariamente abandonу su reino y encomendу sus hijos a su hermano. » Todo esto suena muy cristiano. Tonsurado por el papa como monje, Carlomбn desaparece en el monasterio del monte So-racte a las puertas de Roma. El 750 marchу a Monte Cassino, en territorio longobardo; un paso cuya motivaciуn religiosa a menudo se ha puesto en duda (quizб con razуn). «Desnudo siguiу a Cristo» (Regino de Prьm). ¹⁰

Como tambiйn Ratchis. E tutu quanti...

Pipino III: «un buen cristiano» y «un gran soldado

Tambiйn Pipino el Joven (741-768), que residiу por lo general en los palacios de Quierzy, Attigny, Verberie y Compiйgne y a quien ya en el 747 el papa Zacarнas habнa dado el tнtulo de «christianissimus», fue «un buen cristiano» (Daniel-Rops), «inspirado enteramente del espнritu cristiano» (Bьttner). No sуlo el culto de san Martнn iniciу bajo Pipino su marcha triunfal por la ribera derecha del Rin, tambiйn la capilla se convirtiу entonces en la «instituciуn central mбs importante del reino» (Ewig), y en general la Iglesia por йl protegida y apoyada.

Pero a Drogo, el sobrino, que debнa gobernar con autonomнa sobre Austrasia, no le tuvo Pipino consideraciуn alguna. Lo arrinconу brutalmente y emprendiу una guerra tras otra: «un gran soldado que en su vida no perdiу ni una sola campaсa contra alamanes, sajones, longobar-dos y aquitanios» (Braunfeis). ЎЪnicamente en cuatro aсos de su reinado (749, 750, 759 y 764) no guerreу!

En el 742 llevу a cabo una campaсa, al alimуn con Carlomбn, contra el duque alamбn Teudobaldo; en el 743 contra los bбvaros, y en el 744 de nuevo contra el mentado Teudobaldo. El aсo 752 conquistу Septima-nia, la franja costera con el Hinterland inmediato entre los Pirineos orientales y Nнmes. A finales de la йpoca se adueсу de Narbonne, pasу a cuchillo a la guarniciуn sarracena y expulsу a los musulmanes, aunque sus tropas «probablemente contribuyeron a saquear aquel territorio, antes rico, no menos que los infieles invasores» (Bullough). En su lucha contra los sajones llegу el 753 hasta el Weser, en una campaсa en la que pereciу el 8 de agosto Hildegar, obispo de Colonia. En el 758 penetrу en el territorio de Mьnster y se hizo prometer de los westfalianos, a los que habнa infligido una grave derrota, lealtad, un tributo anual de 300 caballos y la libre circulaciуn de los misioneros cristianos.

En ocho campaсas, llevadas a cabo entre el 760 y el 768, sometiу Aquitania, donde en tiempos, y todavнa en compaснa de Carlomбn, habнa incendiado los arrabales de Bourges y habнa destruido Loches. Ahora destruyу los castillos y arruinу el paнs. Prendiу fuego a Bourbon-1'Archambault lo mismo que a Clermont, incendiando tambiйn innumerables aldeas. Le acompaсaba el hijo mayor de Pipino, Carlos («el Grande», Carlomagno): Ўtoda una escuela de vida! El franco saqueу y destruyу sistemбticamente aсo tras aсo toda la regiуn de punta a cabo. Y a lo largo de generaciones pudieron rastrearse los efectos desoladores de aquellas guerras.

Sуlo con el asesinato alevoso de Waifar, el ъltimo duque de Aquitania, perseguido incansablemente y peor que cualquier animal, primero de lugar en lugar y despuйs de bosque en bosque, a primeros de junio del 768, en el bosque de la Double (en Pйrigueux), perdнa Aquitania momentбneamente su autonomнa. Surgiу la sospecha de que Waifar, al que perseguнan escuadrones enteros de Pipino, a instancias de йste habнa sido eliminado; cosa que hoy se acepta «sin discusiуn» (De Bayac). Tambiйn Romistбn, tнo de Waifar, fue colgado en juicio sumarнsimo, mientras que la madre y las hermanas del duque eran encarceladas. De ese modo se apoderу Pipino de todo el territorio desde el Loira a los Pirineos, echando las bases del que serнa el reino franco. «La posteridad ha calificado la conquista de Aquitania como la mayor proeza de Pipino» (Mьhlbacher). ЎMagnнfico! ¹¹ Y el Handbuchfьr Europaische Geschichte en varios tomos hasta le atribuye Ўun «reino pacificado dentro y fuera ya desde el 749»!

Desde fuera se esperaba que Grifo se habrнa resignado y estarнa de acuerdo, por lo que san Bonifacio a finales del 741 no dejу de conjurar a «vuestra beatitud, por Dios Padre omnipotente, y por Jesucristo su hijo y por el Espнritu Santo, por la santa Trinidad», etc., «para que ayudйis a los clйrigos y sacerdotes en Turingia... contra la maldad de los paganos (paganorum malitiam)», «si Dios te otorga el poder». Pero Dios no lo quiso. Carlomбn, que mбs tarde fue venerado como santo en distintos lugares, habнa hecho encarcelar en Neufchбteau, cerca de las Ardenas, a su hermanastro Grifo, teniйndolo seis aсos entre rejas; pero despuйs dando pruebas de verdadero amor al prуjimo le dejу libre. El noble Pipino le contentу con algunos condados. Grifo se refugiу de primeras entre los sajones, sometidos por Pipino en el 748, dбndose de nuevo los bautizos en masa. Mбs tarde Grifo hizo sonar el tambor de la rebeliуn en Baviera, patria de su madre Swanahilt; pero Pipino la aplastу en el 749. Y despuйs de haber establecido contacto con Waifar de Aquitania sin ningъn resultado. Grifo huyу el 753 a refugiarse entre los longobar-dos, siendo eliminado en los Alpes, cerca de Maurienne, por las guardias fronterizas francas, sucumbiendo tambiйn dos condes francos. '²